El
anillo,
al
ser
un
círculo
sin
principio
ni
fin,
es
un
símbolo
universal
de
eternidad
y
de
continuidad,
como
círculo
tiene
una
similitud
con
todos
los
cuerpos
del
universo
creado,
por
lo
que
se
le
asocia
con
la
divinidad,
el
acto
de
entrar
el
dedo
en
el
anillo
presupone
de
por
sí
la
propia
aceptación
del
simbolismo
asociado
a
él,
que
se
ha
ido
adaptando
a
las
conveniencias
y
creencias
de
cada
pueblo
y
de
cada
ideología.
En
el
cristianismo
encontramos
su
más
alto
significado
en
el
anillo
papal
llamado
el
Anillo
del
Pescador,
es
el
sello
católico
Romano
supremo,
destruido
por
el
cardenal
Camarlengo
a
la
muerte
del
PAPA
(acrónimo
de
Petri
Apostoli
Potestativo
Accipiens,
aunque
hay
contextos
de Petrus Augustus Pontifex Augustus).
Las
monjas
llevan
el
anillo
en
su
boda
espirituales
junto
con
el
velo
y
la
corona;
en
este
momento
a
la
novicia
se
le
rezaba
una
oración,
Deus
Plasmator
corporum,
atribuida
a
San
Mateo
(Rene
Metz,
consagración
diciembre
Vierges
dans
l'église
romaine),
"Accipe
annulum
fidei
......
Recibe
el
anillo
de
la
fe,
signo
del
Espíritu
Santo,
a
fin
de
que
seas
aclamada
esposa
de
Cristo".
De
esta
tradición
religiosa
se
deriva
en
la
edad
media
la
de
poner
el
anillo
a
la
esposa
el
día
de
la
boda.
Los
Celtas
consideraban
que
éste
debía
ser
de
oro
puro
como
símbolo
de
la
pureza de la novia.
En
la
antigua
Roma
los
ciudadanos
dignos
de
un
reconocimiento
especial,
les
era
otorgado
el
derecho
de
llevar
un
anillo
de
hierro,
los
sacerdotes
de
Júpiter
y
los
senadores
lo
llevaban
de
oro,
de
ahí
se
derivan
los
anillos
llamados
de
sello,
normalmente
con
símbolos
heráldicos
con
virtud
de
autentificar
documentos,
estos
anillos
solían
ser hereditarios.
En
la
literatura
mágica,
se
describen
los
anillos
llamados
amuletos,
con
propiedades
curativas
u
otras
propiedades,
Agripa
Nettesheim
(1486-1535),
da
instrucciones
para
la
elaboración
de
anillos
con
piedras
preciosas con todo tipo de propiedades y virtudes.
En
la
Mitología
encontramos
varios
anillos
célebres,
Prometeo
liberado
por
Heracles
estaba
obligado
a
llevar
un
anillo
de
hierro
con
un
trozo
de
piedra,
en
recuerdo
de
la
roca
donde
había
estado
encadenado
y
como
símbolo
de
sumisión
a
Zeus,
el
anillo
del
rey
Polícrates
de
Samos
a
quien
la
fortuna
le
era
favorable
hasta
el
día
que
lo
perdió,
murió
crucificado
en
522
aC.,
y
el
no
menos
conocido
anillo
de
Gigas
que
Platón
nos
describe
como
este
pastor
lo
encontró
(República
359)
y
se
lo
puso
en
el
dedo,
descubriendo
por
casualidad
que
cuando
el
giraba
se
hacía
invisible,
base
del
famoso
cuento
de
Tolkien "El señor de los anillos".
RVM