Definir
simbólicamente
estas
fiestas
solsticiales
no
es
del
todo
posible.
La
historia,
el
mito,
la
leyenda
y
los
símbolos
se
han
ido
intercambiando
entre
culturas,
por
afinidad
y
a
veces
por
imposición,
en
un
proceso
evolutivo o involutivo, con fuertes connotaciones consumistas.
Las
antiguas
culturas
de
una
manera
o
de
otra
ya
festejaban
el
paso
por
el
equinoccio
de
invierno,
el
sol
salía
antes
y
el
día
empezaba
a
hacerse
más
largo.
El
pueblo
Romano
fue
el
que
dio
más
relevancia
a
estos
periodos,
por
una
parte
en
esta
época
ya
se
celebraban
las
llamadas
fiestas
Saturnales
con
diferentes
costumbres,
como
la
de
liberar
algún
esclavo,
después
en
las
comidas,
que
se
hacían
con
familiares
y
amigos
se
intercambiaban
regalos,
pocos
días
después
celebraban
la
entrada
del
nuevo
año
en
honor
al
dios
Jano,
éste
era
un
dios
de
origen
indoeuropeo
y
en
Roma
lo
tenían
como
un
dios
del
principio
de
todas
las
cosas
y
le
estaban
consagradas
todas
las
puertas
,
a
él
se
le
dedicaba
el
primer
día
del
año
y
posteriormente
el
primer
mes
llevó
su
nombre
Januarius
(Enero
para
nosotros).
Se
le
representaba
con
dos
caras
opuestas
una
mirando
hacia
adelante
y
una
hacia
atrás,
con
una
llave
en
las
manos
o
una
llave
y
una vara.
Hacia
el
siglo
III
de
nuestra
era
el
emperador
Aurelio
declaró
el
25
de
diciembre
fiesta
del
sol
o,
Natalis
Solis
Invictus,
(en
el
calendario
de
Julio
César,
en
el
año
45
de
nuestra
era,
el
solsticio
de
invierno
coincidía
con
el
25 de nuestro calendario Gregoriano).
Hacia
el
siglo
IV
el
emperador
Constantino
teniendo
necesidad
de
cristianizar
el
imperio
y
no
siéndole
posible
suprimir
todas
las
fiestas
paganas
las
reorientó
hacia
el
cristianismo.
No
se
conocía
ni
se
conoce
la
fecha
exacta
del
nacimiento
de
Jesús
y
se
fijó
en
el
25
de
diciembre.
El
Papa
Liberio
la
decretó
oficial
en
el
354,
(fiesta
de
la
natividad
de
Jesús)
aunque
en
el
325,
fecha
del
concilio
de
Nicea,
la
iglesia
de
Alejandría
ya
la
celebraba
en
el
25,
con
el
nombre
de
Días
Nativitatis
te
Epifaníae.
Igualmente,
las
fiestas
solsticiales
se
dejaron
a
los
dos
Santos
Juanes,
San
Juan
Evangelista
en
el
solsticio
de
invierno
y
San
Juan
Bautista
en
el
solsticio de verano.
El
Papa
Noel
(San
Nicolás
de
Bari),
al
morir
sus
padres,
repartió
toda
la
fortuna
entre
los
necesitados
y
entró
al
sacerdocio.
Se
caracterizaba
por
ayudar
a
los
más
necesitados
y
principalmente
los
niños,
patrón
de
varias
naciones
y
especialmente
venerado
en
Holanda,
donde
en
el
día
de
su
onomástica,
el
seis
de
diciembre,
había
la
costumbre
de
regalar
presentes
a
los
más
pequeños,
en
el
siglo
XVII
los
colonos
holandeses
fueron
a
América
junto
con
sus
tradiciones,
su
nombre
en
holandés
fonéticamente
sonaba
Sinterklaas,
Santa
Claus
para
los
americanos,
y
finalmente
la
casa
Coca-Cola,
con
su
marketing
le
dio
el
aspecto
actual,
con
los
colores
blanco y rojo de su marca.
En
1843
el
londinense
Sir
Henry
Cole
puso
de
moda
felicitar
a
los
amigos
con
una
tarjeta
impresa
donde
se
leía
"
Os
deseo
una
feliz
Navidad
y
próspero Año Nuevo ".
DIES NATALIS - SOL INVICTUS