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dice:

"Trates

como

trates

el

mercurio

vulgar,

no

podrás

convertirlo nunca en filosófico”.

"Si

tu

alma

es

tosca,

no

tiene

ningún

sentido

que

aspires

al

Magisterio”.

¿Ya

has

sentido

la

necesidad

de

elevarte

al

cielo,

de

salir

de

tu

ganga

(impurezas

que

envuelven

un

material),

y

de

romper

tu

crisálida?

Si

no

posees

esta

levadura,

este

fermento de elección, ten por seguro que es inútil emprender nada.

Si

eres

de

arcilla,

seguirás

siendo

de

arcilla.

Si

has

puesto

tu

ideal

en

el

barro

no

puedes

soñar

en

la

sublimación,

en

la

transmutación

definitiva,

en

la

salida

del

infierno

terrestre.

¡Hombre

vulgar,

no

serás

nunca

un

Sabio!

Hay

una

alquimia

trascendental,

es

la

alquimia

de

uno

mismo.

Y

es

necesaria

como

paso

previo

para

llevar

a

cabo

la

alquimia

de

los

elementos. La nobleza de la Obra requiere la nobleza del operador.

Construye

el

atanor,

prepara

el

huevo

filosófico

y

dispon

el

aludel,

separa

lo

sutil

de

lo

espeso,

recoge

las

lágrimas

del

águila

y

la

sangre

del

león,

haz

que

lo

que

es

oculto

ocurra

manifiesto:

estos

son

los

preliminares

de

la Obra, sin los cuales no puedes ser exitoso.

La

transmutación

se

ha

de

operar

en

tu

alma.

La

Piedra,

en

tu

estado

definitivo,

es

el

Absoluto

mismo;

el

disolvente

purificador

son

las

fórmulas

de belleza y de perfección, con las que adornarás tu vida.

El

Magisterio

es

Azufre,

Sal

y

Mercurio.

Así,

tu

alma

sublimada,

que

es

el

verdadero

Mercurio

de

los

Filósofos,

se

unirá

al

Azufre

del

amor

divino

para la Sal de la mortificación y las pruebas.

Coordina,

pues,

todas

tus

acciones

y

tus

impresiones

a

fin

de

formar

un

conjunto

armónico

perfecto.

Esfuérzate

en

adquirir

la

lucidez

extrema

de

tu

entendimiento.

Apártate

de

lo

que

ensucia

la

vista.

No

escuches

lo

que

place

la

oreja.

Acrecienta

en

ti

el

sentimiento

de

la

personalidad

para

poder esforzarte seguidamente y absorberla en el seno del Absoluto.

Abrasa

tu

alma

con

el

fuego

alquímico,

con

el

fuego

que

no

quema.

Yo

te

enseñaré

a

reunirlo

y

él

formará

un

círculo

protector

a

tu

alrededor,

el

cual te aislará de las Influencias Malignas.

Guárdate

de

querer

probar

los

frutos

de

la

vida

mística

antes

de

haber

hecho

nada

para

poseerlos.

No

digas

"La

Vía

es

demasiado

dura

y

para

triunfar

sobre

las

dificultades

de

la

Vía

hay

que

ser

un

Santo

".

Muy

al

contrario,

los

Santos

han

llegado

a

serlo

porque

primero

han

sabido

triunfar

sobre

estas

dificultades.

Han

comenzado

como

tú,

en

la

nada

y

como tú han subido la escalera filosófica a partir del primer escalón.

No

pidas,

pues,

la

fe

para

luego

poder

orar,

ruega

primero

y

la

fe

inundará tu alma.

Pero

ya

he

hablado

suficiente

para

que

puedas

saber

que

a

partir

de

ahora

tienes

que

formarte

un

cuerpo

místico

que

sustituirá

a

tu

cuerpo

visible,

en

todos

tus

actos,

con

el

fin

de

utilizar

útilmente

tus

fuerzas

inmateriales. Y así vivirás en el hiperfísico. Ésta es la Vía.

Grillot de Givry

PREPARATIO PURGATIONS
RVM