Dice

el

bienaventurado

Ramón

Llull:

“Así,

tendrás

un

tesoro

perpetuo

que

podrás

aumentar

indefinidamente

y

con

el

que

llevarás

a

cabo

la

Obra

hasta el infinito. "

Y

ahora

he

aquí

la

gran

página

mística,

que

no

pueden

leer

ni

comprender,

aquellos

que

no

se

han

desatado

totalmente

de

las

preocupaciones

por

las

contingencias,

y

del

ruido

de

las

opiniones

de

los

hombres.

¿Has

alejado

de

tu

alma

todas

las

sensaciones

que

podían

introducir

el

desequilibrio y turbar tu serenidad astral?

¿Estás

suficientemente

preparado

para

empezar

a

actuar

eficazmente

en

lo inmaterial?

Si

es

así,

entrénate

a

recoger

tus

fuerzas

anímicas

y

psíquicas.

Coagúlalas,

da

cuerpo

a

cada

uno

de

tus

pensamientos,

fortaleciéndolo

con cuidado y haciéndolos concretos en tu espíritu.

Son numerosos, pero se te escapan porque no sabes como dominarlos.

Guárdate

de

perder

la

cabeza,

de

dejar

fluir

esta

sustancia

preciosa,

de

esparcirla sobre nociones inútiles y vanas.

Al

contrario,

determina

exactamente

aquellos

pensamientos

sobre

los

que quieres fijar tu atención: elimina y rechaza todos los demás.

Después

reúne,

como

en

un

haz,

tus

pensamientos

voluntarios,

y

conságralos

verbalmente,

con

energía

y

voluntad,

y

cumplirás

grandes

cosas.

Arnau

de

Vilanova

llama

a

este

proceso

el

ángulo

de

la

Obra.

Recoge

pues,

cuidadosamente

el

agua

Pelidor

que

es

de

un

color

verde

naciente.

Transmuta

las

Aguas

Muertas

en

Aguas

Vivas,

prepara

la

resurrección

del

ave

de

Hermes.

En

este

punto,

sobre

todo

necesitas

purificar

tus

intenciones y tu corazón: Que tu querer se oriente sólo hacia el bien.

Estate

alerta,

Discípulo

mío,

en

esta

fase

corres

un

peligro

muy

grande.

Cualquier

deseo

malo

que

emitas

se

volverá

contra

ti,

no

quieras

ahorrarte

los

impedimentos

profiriendo

la

fórmula

de

maldición

contra

aquellos

que

son

la

causa,

porque

su

voto

es

siniestro,

es

irrecuperable

y

una vez formulado se cumple siempre.

El

poder

no

te

es

dado

para

la

venganza.

No

te

extravíes,

sigue

en

la

Vía

Real, la Vía del Absoluto y no la vía tenebrosa.

Ahoga

las

eclosiones

malsanas

de

tu

mente

alterada,

no

pactes

con

el

Maligno.

Rechaza

las

ensoñaciones

infernales

y

las

cogitaciones

mórbidas.

Lo

que

buscas

ávidamente

es

el

Azufre

de

los

Filósofos,

el

Azufre

que

ilumina

todos

los

cuerpos

porque

es

luz

y

tinte;

vigila

que

no

te

encuentres en el lugar donde Asmodeo sedujo a Aisha.

Pero

ya

he

dicho

bastante,

no

puedo,

discípulo,

revelarte

el

conjunto

de

los

arcanos

herméticos;

es

suficiente

que

te

indique

la

Vía

que

lleva

a

estos

arcanos.

Tu

voluntad

y

tu

inteligencia,

con

la

ayuda

del

creador,

coronarán la Obra. No lo dudes nunca.

Grillot de Givry

COAGULATIO

RVM