MÁS LUZ

    

Monseñor Jean de Meung ha

dicho en su Espejo de la

Alquímia: "Nuestra ciencia es

ciencia corporal, compuesta de

uno y por uno. "

 En efecto, la modalidad según la

cual se busca y se conquista el

Absoluto es única.

 

El que se encamina hacia la

perfección verdadera se eleva

por encima de la naturaleza; y el

que está por encima de la

naturaleza puede gobernarla.

 Así es como podrás hacer milagros y transmutar los metales y las piedras

preciosas.

 Comprendes en este punto, discípulo, la sutil dificultad de la Obra?

 No obtendrás la Piedra hasta que no seas perfecto, y no serás nunca

perfecto si buscas la Piedra por las riquezas que la acompañan. Porque

cuando poseas la Piedra, tendrás solo fatalmente, por tu perfección, un

desprecio soberano por las ventajas materiales que te prodigará.

 Porque entonces estarás en el éxtasis, podrás volverte invisible,  y

recorrer las mayores distancias en un instante.

 Vivirás una vida superexaltada que se alimentará y subsistirá por ella

misma y que te dejará libre de necesidades y deseos.

 Mira como el hombre vulgar se cierra en extraños sofismas: "Si tuvierais

la Piedra, dice, seríais riquísimos y estaríais exultantes de alegría! ".

 Otros, sin fe en el alma ni pureza en el corazón, han abierto los libros de

los alquimistas. Han manipulado sustancias, soplado en los atanores, han

calcinado mezclas sin comprender que hay que estar tiempo en el Oratorio

antes de atreverse a entrar en el Laboratorio.

 Y ante el fracaso fatal, inflados de vanidad, declaran engañosa e ilusa la

palabra de los maestros, antes de querer reconocer su error!

 Deja la oposición y las payasadas de estos censores ignorantes y vanos.

 Se burlan de los Alquimistas que han muerto pobres e ignorados, pero

sepas, discípulo mío, que cuando poseas la Piedra menospreciarás

literalmente la fabricación del oro físico, porque serás un sabio y

gobernarás los elementos.

 Cuando llegues al dintel del lnfinito, perdido en la contemplación suprema

del  Absoluto, ¿qué emoción podrás sentir aún ante las riquezas

temporales ?, ¿Podrías ser perfecto si todavía dependieras de las

necesidades vitales, si no hubiera muerto en ti todo deseo humano?

 Por eso Grosparmy afirma: "No se recuerda especialmente que un avaro

haya poseído la Piedra ". Es absolutamente evidente.

 La práctica de la Piedra y el deseo de oro son incompatibles. Emprender

la Gran Obra para enriquecerse es entrar al revés en la Vía del Absoluto.

 Entonces obedecerán a un instinto maléfico y tu no deberías tener

ninguno dentro de ti.   ¿Cómo podrías gobernar la naturaleza si primero no

te goviernas a ti mismo?

 Esto no quiere decir que no puedas un día, por un motivo superior,

intentar la Obra en el plano físico y transmutar materialmente los metales.

Varios adeptos, como Nicolás Flamel, Jean Saunier, Zacarías y otros tres lo

han hecho. Quizás te verás forzado, bien separado del mundo, por

obligaciones trascendentales.

 Pero recuerda que otro, y no tú, utilizará las riquezas que brotarán con

profusión de tu atanor. Y este ser, dotado de una vida ardiente y salvaje,

brillante e impetuoso como una bestia del bosque, pero como ellas cruel y

sin alma, sembrará en todas partes el desorden, el miedo y la desgracia

hasta el día que sucumba bajo los golpes invisibles de uno de tus

hermanos en la sabiduría, el cual, habrá reconocido en él, una encarnación

del mal!

Grillot de Givry

FIJACIÓN

RVM